jueves, 28 de marzo de 2019

Prisioneros de nuestras rutinas.

Esclavos de nuestras comodidades, asentados en nuestra zona de "confort" por muy incomoda y asfixiante que nos resulte algunas veces nos aferramos a ella con fuerzas que sacamos desde lo mas hondo de nuestra esencia, de creencias, costumbres, miedos, ritos,habilidades y carencias impuestas desde antes incluso de existir y sin ser conscientes de ello.
Y asi andamos, de aqui para alla, buscando no se el que, que luego no nos servira y volveremos al quehacer diario con hastio o sin el, hasta que volvamos a escapar, para tener que volver, sin saber jamas donde queremos estar y aun sabiendo donde no queremos estar, nos quedamos, guardamos formas, maneras y costumbres, en la medida de lo posible, para no herir a aquellos que queremos y esperan de nosotros que estemos ahi.
Hasta que un dia el cuerpo se olvida de todo lo integrado desde siempre y la mente decide irse de verdad, todo se rompe y se descoloca y nunca mas se vuelve a su lugar....
Sera la prinavera....

jueves, 7 de marzo de 2019

Atrapada en mi cuerpo.

Hace unos días una profesional en psicología me dijo que probara a hacer un viaje del inserso, que me podría ir bien. Me dejo tan descolocada que no sabia si hablaba en serio, opte por la broma y seguí mi rutina diaria, aquel día estuve con los niños jugando adiversos juegos y para finalizar la tarde representamos un pequeño cuento donde hacíamos de elefantas, todos de rodillas por la sala, nos lo pasamos genial.
Tambien jugaron a adivinar mi edad y fue muy curioso y tranquilizador  ver como se iban de los 90 años a los 20, 35, 22....para ellos la edad no es lo importante, sino cuanto juegues con ellos.
Al llegar a casa estaba algo cansada y me dolían un poco las rodillas, aun así me quede hasta tarde resolviendo gestiones pendientes.
Al levantarme esta mañana me seguía doliendo una rodilla del morado que tengo.
Quizás la psicóloga tenga algo de razón y tengo que empezar a ser consecuente con la edad que tiene mi cuerpo. Un primer paso tendría que ser que mi mente se lo creyera, cosa difícil, ella hoy mas que nunca solo piensa en jugar, reír, saltar y ser feliz.
Llegara la primavera y con ella mis ganas de volar y descubrir, no le haré caso a mi cuerpo, que se adapte, igual que mi mente se adapto a ser mayor cuando no le tocaba.
Hoy quiero jugar, mi niña necesita reír y ser feliz, mi cuerpo esperara...