No ha sonado el despertador.
Me he dormido.
Me levanto en una ciudad cualquiera, mas o menos gris de un dia de invierno.
Iré a trabajar un día más, sin tener muy claro si eso es bueno o malo, sabiendo que no me gusta.
Sé que pasará otro día, sin nada nuevo.
Me miro al espejo y respiro mi hastío.