Desde el afecto, y desde mi libertad de expresar sentimientos, os cuento:
Durante este verano , como en todos he tenido momentos muy diversos, mejores, peores, distintos, adversos, distantes....
Pero este año, quiero guardar uno en particular.
Cuando era mas joven solía enfadarse mucho cuando la dejaba.
Pues este año fue distinto, al llegar tan solo se acerco a las bolsas de viaje para olerlo todo y comprobar que todo estaba correcto. Dejo pasar un rato hasta acercarse a mi ,para saludarme.
Fue un saludo corto y preciso, se estaba guardando lo mejor.
Creo que fue una de las mejores bienvenidas que he recibido. Espero que me fuera a la cama ,para asegurarse que no me volvía a ir y una vez comprobado , no escatimo en caricias, ronroneos y maullidos para decirme lo feliz que se sentía de mi vuelta y cuanto me había echado de menos...
Fue algo mágico, distinto, sentido, natural, animal, pero sin duda alguna: no racional.
Y pienso que hay esta la diferencia, en que nosotros: los seres racionales, pensamos antes con la cabeza, sin dejar actuar al corazón...Nos guardamos las ganas, los besos, los abrazos e incluso las palabras..Aunque tengamos unas ganas locas de decir: "cuanto te he echado de menos"...pensamos: Quizás, no hace falta o es excesivo , o lo entiende mal...
Pues ella no pensó nada tan solo se dejo llevar por lo que sentía.
Y así me regalo , con su recibimiento, el mejor momento del verano
Quizás , si dejáramos por un momento la cabeza y escucháramos a nuestro instinto animal, todo seria mas fácil.
Tan solo, pensarlo....